viernes, 29 de diciembre de 2017

Acondicionamiento primario y secundario.

Para poder entender qué normas rigen la preparación final del medicamento y qué información debe aparecer en el envasado final, primero se ha de distinguir entre acondicionamiento primario o inmediato y acondicionamiento secundario.

Acondicionamiento primario

El acondicionamiento primario se refiere al recipiente con el que el medicamento está directamente en contacto, por eso también recibe el nombre de envase inmediato. Por tanto, de éste se espera que, además de proteger del exterior al fármaco por su resistencia, el material con el que se fabrique  no interaccione de ninguna forma con el medicamento, por ejemplo, que no ceda sus componentes al fármaco y, además, que sea impermeable.

Distintos materiales cumplen con las características comentadas. Así, encontramos que el vidrio se emplea en la fabricación de ampollas o frascos; el aluminio tanto para los blísteres que albergarán comprimidos, cápsulas o grageas como para los tubos de pomadas; o el plástico para sueros y frascos.

Acondicionamiento secundario

El acondicionamiento secundario es el estuche en el que va contenido el acondicionamiento primario con el fármaco. Dado que ya no se encuentra en contacto directo con el mismo, hemos de pensar que los materiales empleados deberán ceñirse a otras funciones y requisitos, por ejemplo, al de la facilidad de transporte, sujeción o almacenamiento. Además, debe proteger de elementos externos como la luz. El material más utilizado en este caso es el cartón.  Este acondicionamiento también será el que identifique visualmente al fármaco, hecho que tendremos presente cuando pensemos en la información que debe quedar plasmada en el mismo.





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